Capítulo 65. El infierno desatado.

Cuando la sospecha creció dentro de él, le hizo señas a Esteban para que se acercara.

—Necesitamos descubrir qué pasó aquí. Busca todo expediente relacionado con Lena Everhart, los abiertos, los cerrados, los médicos, escolares, laborales, de tránsito. Sus contactos, sus transacciones, sus bienes. Quiero saber a quién llamó antes y después del accidente. Las personas que trabajan para ella. Quiero que revises a fondo a Greta. A Tristán. No confío en nadie, pero empieza por Lena.

—Entendido, señor.

Su respiración era un jadeo superficial. Miró los zapatos abandonados, el rastro de la mujer que amaba.

—Lyanna —dijo, un susurro roto—. Te juro que voy a encontrarte.

Regresó al coche con una calma helada, más aterradora que cualquier grito. Había una mujer en su casa, durmiendo bajo su techo, que probablemente se había llevado a la mujer que amaba. Y él iba a desatar el infierno sobre ella.

Condujo de regreso a la mansión como un fantasma. La rabia le había dado una concentración mortal.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App