Las palabras del jóven heredero Lombardi quedaron haciendo eco en el despacho. Tenía tanta razón que el silencio se quedó instalado en los tres hombres Mendoza por unos minutos.

— No por nada eres hijo de tu padre, debo reconocer que detrás de esa fachada despreocupada hay un hombre con orgullo, además de que eres un excelente estratega.

El CEO Mendoza había analizado la situación, no era tan sencilla como pensaba al principio, su familia había ofendido a los Lombardi, y era su deber asumir la responsabilidad.

— ¿Ahora lo entiendes, papá? Ofendí a Lucano, él es más orgulloso de lo que crees, y vengativo como un Black, jamás se quedaría quieto si no compensamos esta traición que le he hecho, aunque haya sido por amor...

— Entiendo, te concederé el permiso para salir con Evelyn, pero te advierto que el trato solo llega hasta ahí, no tienes permitido jugar con ella, ni romper su corazón, si tus intenciones no son buenas, dilo ahora y en entraremos otra forma de compensar la