Un hermanito para Lucano.
La noticia había clavado al CEO en su sitio, no esperaba que Stella estuviese embarazada. En cualquier otro momento lo habría tomado con alegría, Pero en este momento su corazón estaba muy atribulado.
— Te entiendo, aunque tienes que tener claro que no eres una mala madre, lo que sucedió no estaba en tus manos impedirlo, pero de hoy en más me aseguraré de que podamos prevenir otra situación como esa.
— Doménico, ¿Por qué? ¿Por qué a nuestro hijo le tuvo que pasar esto? Me siento tan culpable, era nuestra responsabilidad mantenerlo a salvo, se me parte el corazón de verlo en esa cama de hospital tan lastimado.
— Se va a recuperar, los dos vamos a ayudarlo, a ser su fuerza, ven, tu padre está afuera esperando verte, si no sales va a entrar a la fuerza.
El esposo tomó de la mano a su mujer y la ayudó a levantarse, juntos salieron de la sala de urgencias, el tema del bebé lo hablarían después. Pero todo indicaba que tenían la misma idea, interrumpir el embarazo y dedicarse por