Una terapia entre amigos. Lucanito y Vladimir
— Por supuesto que no tengo idea si es misteriosa o no, solo me importa el trabajo, soy un CEO muy profesional, Olag, ya deberías de saberlo.
El empresario, y el asistente, revisaron la USB lo que la mujer pedía estaba dentro de sus posibilidades, así que Dimitrir decidio que haría el trabajo.
— ¿Qué opina?
— Lo haremos, la llamas por la tarde para agendar le una cita para mañana en la mañana, en la sala de juntas, ahí discutiremos el proyecto.
(...)
Por la tarde, una vez que terminaron sus ocupaciones, el matrimonio llevó a su hijo a visitar al pequeño Lucano. Ya lo habían pasado a una habitación privada y sería más sencillo verlo.
— Aquí es, tu le darás el obsequio que le traemos, Vladimir, de amable con él, todavía está delicado. — La madre pedía a su hijo. Tocaron a la puerta y entraron.
— Buenas tardes, hemos venido a visitar al principito Lombardi.
— Adelante, que gusto tenerlos aquí. — Stella los recibía, ellos eran sus buenos amigos.
— Lucano, ¿Cómo te si