Son lindas pero muy lloronas. Un hermano renegado
El CEO ruso se preguntaba quién le habría dicho a su hijo que había sido un casanova, era verdad que en su años de adolescencia le gustaban mucho las chicas lindas, y que con la ardiente Giorgiana pasó años de mucha cama.
Pero desde que se enamoró de su esposa, experimentó otros tipos de sentimientos, no solo era pasión, era entrega, su cuerpo, su alma, solo vibraban con Angelic, pero su hijo le hacía preguntas que ya no tenían que ver con el hombre que era ahora.
— Vladimir, quien te escuchara diría que es verdad que fui un casanova, soy un hombre casado, enamorado de su esposa, pero aún así te voy a dar un consejo, sé detallista con esa niña, caballeroso, amable, protector, y verás que no se va a querer ir con el niño De Russie.
El niño escuchó a su padre mientras se ponía la mano en la barbilla.
— Si, tienes razón, necesito comprarle algo que sea fino, ¿Por qué yo no tengo dos abuelos como Lucano que me den tarjetas con millones de dólares? Eso me facilitaría las cosas. H