La familia Darkok llegó por fin al consultorio de la exclusiva clínica. El niño los acompañaba sin perder detalle apenas entraron al lugar.

— Puff, aquí huele como... a medicina, o antiséptico, que desagradable, además se siente muy frío, ¿Papá, estás seguro que es un buen lugar para atender a mamá? — El niño lo veía sospechoso.

— Señores Darkok, el médico los espera, pasen por aquí. Oh, veo que ahora trajeron a su pequeño, es muy bello, e idéntico a su padre. — La enfermera de siempre los saludaba.

— Hoy quiso venir con nosotros, está muy interesado en saber de sus hermanos, y quiso venir personalmente a verlos.

— Entonces no lo hagamos esperar. Doctor, la familia Darkok ya está aquí.

— Sean bienvenidos, tomen asiento y cuéntenme como ha estado la madre, Señora Darkok, ¿Ha sentido náuseas, mareos, dolores de cabeza, o alguna otra molestía?

— La verdad es que no, solo la incomodidad de las pataditas de los bebés, cada vez me cuesta más caminar.

— Es natural, su cue