La ecografía de Stella.
En la mansión Darkok, para el CEO Darkok fue toda una proeza, él había ordenado que ella pasará cómoda sentada en el sofá, y que descansara mucho en cama, eso para que no estuviera cargando el peso de los bebés mucho tiempo.
— Dimitrir, creo que estás exagerando, puedo trabajar desde mi oficina aquí, no pretendas que pase el día sin hacer nada. No seas tan controlador. — La esposa reclamaba un poco de libertad.
— Está bien, solo una hora o dos horas en las que te sientas inspirada, no más, entiende que es por tu bien, las nenas dependen de tus cuidados.
Vladimir seguía dando masajes a su madre, le ponia los zapatos cuando se quería levantar, ahora también les leía cuentos de princesas a las gemelas. Y de vez en cuando ponía la manita en la barriga de su madre como haciéndoles una caricia.
Angelic sonreía cuando lo veía hacerlo, eso significaba que ya las estaba comenzando a aceptar.
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A Doménico y Stella les llegó la cita con el ginecólogo para saber sobre el esta