El CEO entro al elevador para bajar a la parte de enfrente de su compañía, quería que esa chatarra fuera más veloz, necesitaba llegar hasta donde estaba su esposa.

No podía dejar de preguntarse que hacía ella viniendo a su empresa, había dicho sentirse indispuesta, ¿Para que venía?

Apenas bajó del aparato, el hombre prácticamente corrió hasta llegar a la calle, pronto vió una multitud, ambulancias, y el sonido del coche de bomberos que se acercaba a toda velocidad.

Dimitrir sentía que sus pies no lo podían sostener, pero caminaba como si fuera un zombie hasta el coche de su mujer, lo reconoció de inmediato, era el preferido de Angelic.

Cuando estuvo cerca alentó un poco sus pasos observando a detalle la espantosa escena, pero lo que terminó por romperlo fue ver a su pequeño hijo tocando con su manita el rostro cubierto de sangre de su madre.

— Mamá, ¿Qué te pasó? ¿Por qué no me respondes? ¿Estás dormida? Soy yo, el pequeño Vladimir, contéstame, mamá, no te vayas a ir con d