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UNA HAMBURGUESA TAN EXQUISITA.

El mesero respetuosamente se marchó, Zaira sonreía alegremente con los dos hombres más importantes de su vida, Arnold tenía una reunión, así que Berat sería quien la llevara de regreso a la empresa.

-Mi princesa, debo marcharme, espero y te haya gustado la sorpresa, este ligar es de un amigo, así que quise apoyarlo y como sé que te encanta este tipo de comida, dijo Stone riendo.

-Claro que me gustó tio, eres el mejor, dijo Zaira abrazándolo fuertemente, mientras que él se despedía de la chica con un beso en su mejilla.

Dante no dejaba de ver aquella escena, Olivia le hablaba y era como si no existiera nadie más en el mundo que Zaira y Stone.

Al salir Arnold del restaurante, Dante se levantó para ir al baño, casi de inmediato lo hizo Zaira, encontrándose los dos frente a frente al salir del los respectivos lugares.

-Señorita Smith, que coincidencia, dijo él fingiendo asombro.

-No sabía que le gustaban estos sitios señor Fabbri, imaginé que era de esos tipos de restaurantes cinco estrella y de comida baja en grasa.

-Pues ya ve cuan equivocada está respecto a mí.

Ella caminó al lado de Dante sin decir nada, llegó a su mesa mientras que Olivia se la comía con la mirada.

-Nos vamos, ya casi es hora de que vuelvas a trabajar, dijo Berat con una mirada de complicidad.

-Sí por favor, ya me incomodó este lugar.

En el auto, Berat no pudo contenerse más.

-Mi niña, que hacía Dante en ese lugar, sabes que odia la comida rápida y Olivia seguramente se enfermará al almorzar en un restaurante campestre como el de Sebas, creo que este tipo te ha puesto un GPS para localizarte.

-Ni idea, pero mi jefe es una persona extraña, lo importante es que ya entendió que solo soy su empleada y nada más.

-¿Dante me puedes explicar qué diablos hacíamos en ese lugar de porquería?

-Almorzando y no me pareció de porquería, todo lo contrario, nunca había comido una hamburguesa tan exquisita, es mi nuevo restaurante preferido, dijo él recordando a Zaira comiendo entusiasmada su hamburguesa.

-Ay no, por favor, la próxima vez, seré yo quien elija el lugar, dijo la chica bastante molesta.

Al llegar a la oficina, Zaira entró a su oficina en donde había un hermoso ramo de rosas blancas, con una nota que decía “mi princesa estoy orgulloso de ti” Zaira de inmediato supo que era de parte de su tío, puso el ramo en un jarrón que había en la mesa de su oficina.

Dante que necesitaba hablar con la chica sobre la experiencia que había tenido en la empresa de Arnold, tocó y entro a la oficina, no pudo evitar mirar el ramo de rosas blancas que estaba en el jarrón, sin embargo no dijo nada.

-Señorita Smith, tiene un momento, preguntó él sabiendo que la chica no tenía ninguna tarea pendiente aun.

-Desgraciadamente sí, dijo ella, no tengo nada que hacer, necesito comenzar a trabajar lo antes posible señor Fabbri, me moriré del aburrimiento, yo no estoy aquí para aburrirme mirando el computador, estoy aqeuí para trabajar y ganer experiencia.

-Sobre eso precisamente vengo a hablarle.

¿Usted tiene experiencia manejando campañas publicitarias, trabajó o al menos estuvo muy cerca de su padre en la empresa, también a trabajado con Stone algún tiempo, así que la experiencia la tiene, Arnold me contó que desde sus quince años usted estuvo involucrada con la industria de publicidad, así que espero me pueda ayudar con este proyecto, dijo Dante siendo sincero.

-Sí, pero nunca he llevado una campaña publicitaria sola, siempre había un grupo que me apoyaba, en la empresa de mi padre, llevé una campaña para la joyería Polvo de estrellas, creo que es de su propiedad, dijo ella recordando la pequeña caja que Dante le había dado.

-Señor Fabbri, les pareció tan buena la campaña que hice que no le corrigieron absolutamente nada las personas que eran empleadas de mi padre y así salió al mercado, fue la última campaña que hicimos como empresa para la joyería.

-Sí la recuerdo, fue bastante buena, si le doy el proyecto de las joyerías POLVO DE ESTRELLAS ¿cree que pueda hacerlo sola?

-¿Sola?

-Bueno, con el equipo publicitario de Arnold Stone, es el mejor despues de la empresa de su padre, hemos comenzado a trabajar con ellos, ya que Stone y usted tienen buena relación, seguramente será un éxito, dijo Dante algo desanimado.

-Si usted confía en mí para un trabajo así, claro que daré mi mayor esfuerzo, Arnold estará feliz de que sea yo quien trate directamente con su empresa, dijo Zaira con una alegría que se desbordaba.

-Bien, vaya a casa, mañana a primera hora nos reuniremos y tomaremos el enfoque de la campaña. Diciendo esto Dante salió de la oficina de la chica, no sin antes mirar nuevamente el ramo de rosas blancas.

-Ah por cierto, toma, este es tu contrato, deberías leerlo Smith, no sabes ni que fue lo que firmaste, dijo él con aquella sonrisa que la hacía sentirse nerviosa.

Zaira no cabía de la emoción al saber que tenía un proyecto como aquel en sus manos y más aun que trabajaría directamente con su tío Arnold, no diría nada ya que su ética era muy fuerte.

Al leer el contrato la chica se sintió algo abrumada, su salario era como si fuera una de las gerentes de departamento, debía salir del país con su jefe cuando él así lo requiriera, los almuerzos y cenas de negocios estaban también en aquel documento, hablaba sobre el trato entre jefe y empleado, prácticamente los empleados no podían dirigirse a Dante.

-Bueno, este contrato parece un poco extraño, pero bueno ya lo firmé ya nada que hacer, dijo la chica.

Al salir de la empresa, volvió a coincidir con Dante en el elevador, ella salía treinta minutos después de todos los demás empleados, ya que estuvo toda la tarde buscando ideas para la campaña de la joyería, se había entretenido y cuando se dio cuenta se le había hecho tarde.

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