ARNOLD STONE.
Zaira subió al auto de Arnold, era una persona cercana a su familia con quien podía sacar toda aquella frustración que llevaba dentro sin ser juzgada o discriminada, había tenido que hacerse la fuerte frente a su madre y soportar malos tratos por parte de sus compañeros, pero con este hombre, todo era diferente, era como tener a su padre cerca, el apoyo y el cariño, estaba ahí.
¿Qué quieres cenar princesa? Preguntó Arnold ya en el restaurante.
Ella tomó el menú y pidió algo de pasta, hacía mucho que no cenaba en un lugar como aquellos, ese restaurante era el preferido de su padre, así que se sentía un poco nostálgica.
-Te traje aquí porque te veo muy cambiada mi niña, cuéntame, que ha pasado durante este tiempo, yo estuve en Turquía por negocios y enfermé allá, no pude despedir a mi amigo como hubiese deseado y aunque he llamado a tu casa no he podido comunicarme con nadie.
- Tío Arnold, perdimos la casa, perdimos todo, Max nos dejó en la calle, dijo ella contándole todo lo que su mad