11. Nadie ve el precio.
POV Emilia.
Llego a casa y el carpintero ya me está esperando, junto a un grupo de trabajadores que cuchichean entre ellos al verme llegar.
—Señorita Emilia, qué bueno que llega. Quiero mostrarle los trabajos que realizamos en la casa —dice Don Stuart con un tono profesional, pero impaciente.
Cierro los ojos por unos segundos. El sol me arde en los párpados, como si cada rayo quisiera quemarme desde dentro.
Había olvidado por completo las remodelaciones que comencé a hacer…
¿Cómo pude olvidar algo tan importante?
Un temblor me recorre las piernas como una descarga eléctrica. Me falla el equilibrio por un instante y tengo que apoyarme en la baranda para no caer.
Siento cómo el estómago se me revuelve. Se me forma un nudo caliente justo en la base del pecho, punzante, sofocante, como si algo me oprimiera desde dentro.
"¿Cómo voy a cancelar sus honorarios?"
"¿Cómo demonios voy a explicar que acabo de perder la casa y no tengo un dólar?"
Me cuesta tragar. Las manos me sudan tanto que apen