POV. Emilia.

Ha pasado un año.

Ahora puedo regresar al gimnasio, a los ensayos con tacones de diez centímetros que estilizan mis piernas y me hacen sentir poderosa.

Necesito comenzar mi carrera.

Después del martirio de la cirugía, mi cuerpo luce espectacular, como el de una diosa tallada en mármol: una cintura diminuta… y una nariz perfecta que cumple con todos los m∆lditos estándares de belleza.

Mi dentadura también necesitó ser corregida, para que al sonreír, mis dientes brillaran como perlas perfectamente alineadas.

Pero los contratos no llegan.

Comienzo a desesperarme.

Largas horas de ensayo, sesiones de belleza para mantenerme fresca… y ni una sola oferta decente. Solo propuestas como promotora en supermercados o centros comerciales de mala muerte.

Yo quiero algo más grande.

Sin pensarlo dos veces, los rechazo a todos.

Tengo un colchón económico que me da esa posibilidad... por ahora.

A Pam la suerte le ha sonreído. Le han salido contratos en pasarelas importantes, mientras yo si