16. Mi traserø arder.
POV Emilia.
Chantall no se da cuenta de mi presencia detrás de la puerta. Sale rápidamente, sin mirar dos veces.
Yo, por fin, puedo respirar. Siento que el alma me regresa al cuerpo, aunque la sangre sigue helada, como si aún no estuviera segura de que puedo seguir viva.
Me asomo a la puerta con cautela. La observo alejarse y salgo, pero en dirección contraria.
Mis pasos son rápidos, temblorosos. Por dentro me estoy deshaciendo. Siento las rodillas débiles, como si en cualquier momento fueran a doblarse solas, incapaces de sostener el peso de mis temores, de todo lo que acabo de ver. De todo lo que significa estar aquí.
El pasillo huele a desinfectante costoso, con notas florales artificiales, como si el aroma pudiera calmar la tormenta que llevo dentro. Como si pudiera maquillar lo que realmente ocurre en este lugar.
Todo parece diseñado para ocultar el caos: mármol reluciente, molduras impecables, silencio espeso. Pero mi miedo hace eco igual. Y cada paso que doy, lo siento como una