Ámbar
—Bienvenida al grupo López. —Le extiendo la mano a mi nueva artista, quien tiembla tanto como yo cuando por fin abrí mi compañía.
Mientras estrechamos las manos, le dedico una sonrisa amistosa para que se tranquilice. Ella suspira, relajándose. Todavía me causa gracia cuando llegan nuevas personas y creen que soy una persona despiadada por la exigencia que hay sobre los empleados de mi empresa. Jamás he hecho algo por desmentir esos rumores, ya que me he dado cuenta de que eso da pie a que se crea que solo los genios pueden estar aquí.
Empezar desde cero después de mi divorcio no fue nada fácil, aunque Joshua me ayudó mucho. Me orientó para conseguir inversionistas que creyeran en mi proyecto y me ayudó con todos los trámites legales y la lectura de los tediosos contratos que le siguieron.
—Muchas gracias por la oportunidad —dice emocionada, agitando la mano—. Prometo que no le fallaré.
—Sé que no. Confío en tu talento —contestó—. Y si no tienes compromiso, no me fallarás a m