INICIA LA CACERIA.
—mata a esa maldita bestia, trae su cabeza delante de mí, y si no puedes mantenerla viva, trae sus restos para quemarlos en el parque de la ciudad, no tengas ni un ápice de piedad, y no te limites, tienes orden de matar a como de lugar, la bestia antes de que llegue a oídos del administrador de la diócesis.
Luis x sonrió con ira,
—mi señor, no tendré la más mínima piedad contra esa bestia, respondió luis, que se preparaba ya para el ataque contra la bestia.
—toma a mis mejores hombres y cázala de inmediato, yo ordenare real al médico del condado para que encargue de tu esposa, y llevaré a tu esposa, e hija a la mansión, las mantendré bajo el resguardo de mis hombres, dijo el conde dragón, que no tenía ni una pisca de paciencia contra el animal que se había revelado.
—en seguida mi señor, dijo luis X, tomando su espada, dio vistas por última vez, Luis sintió por segunda vez un odio irreversible contra el animal, unas náuseas terribles le inundaron al grado que casi se cae de cabeza, p