CAPÍTULO 55 AMOR Y REDENCIÓN
Zahar…
Los eventos en Riad parecían seguir un ritmo ajeno al tiempo. Todo era grande, cronometrado y exquisitamente organizado.
Después de la rueda de prensa, nada volvió a ser lo mismo, mi nombre dejó de ser un rumor y mi rostro, una incógnita, ahora todos sabían quién era… o al menos, creían saberlo.
El cumpleaños número uno de la hija de Janna, Jade, estaba cerca, y la familia real parecía más emocionada de lo habitual. Tal vez porque después de tantos escándalos, heridas y batallas, por fin tenían algo puro que celebrar, y yo estaba ayudando a Janna en todo lo concerniente a ello.
En eso me mantenía ocupada.
Pero antes de eso, estaba la “reunión más importante del año” en el centro de Riad: Presidentes de otros países, hombres poderosos, empresarios con más dinero que países enteros, y había escuchado por Asad que Kereem había incluido en esa lista a Eduardo II, así que, sacando cuentas, era muy probable que Víctor estuviera aquí en ese evento, que yo