Kereem…
La pantalla frente a mí parpadeó, encendiéndose con el código rojo que no había visto en años.
Quizás cuando era un niño habían activado esta alerta, y no necesariamente porque querían destronar la monarquía.
"ALERTA DE SEGURIDAD NACIONAL: NIVEL MÁXIMO".
Me quedé inmóvil por segundos, sintiendo cómo la tensión en mi pecho se volvía más densa. Yo mismo la había enviado a activar después de una serie de sucesos, esta era la semana donde nuestra inteligencia sabía que los rebeldes se habían sentido con la suficiente fuerza y la entrada de mercenarios rusos.
Tenía todo esto a la vista, y en estas tres últimas semanas lo había esperado.
Tres maldit@s semanas donde solo podía comunicarme con Zahar a través de un puto móvil o por la intercepción del micrófono. Tenía todas las noticias de ella, y fotos.
Fotos de su sonrisa, mientras miraba al maldit* de Víctor.
Era evidente que su acercamiento había sido inminente, y siempre me decía lo mismo.
Tiempo…
Pero odiaba al maldito tiempo.
La