Terceros…
Mientras los demás miembros del equipo comenzaban a sentarse y Emré repartía las carpetas clasificadas sobre la mesa, Kendra observaba al Emir desde el rabillo del ojo.
Los comentarios no le hacían mérito, realmente a los ojos de Kendra era un hombre realmente imponente, con una mirada tan oscura como la noche, de la que era imposible no sentirse un poco pequeña.
Incluso con todo el entrenamiento que ella había recibido en su vida.
Kendra no estaba tomando notas, ni miraba los papeles que Emré había repartido para la reunión. Ella solo miraba al Emir, como si fuese el documento más importante de toda la sala, mientras él estaba concentrado en sus propios pensamientos.
—Operación Ashra —comenzó Emré, desplegando el mapa en la pantalla digital frente a todos—. El cruce de inteligencia que obtuvimos indica que los últimos movimientos financieros y de personal del grupo de Naim han mutado. Ya no se trata solo de células en el sur… Hay ramificaciones hacia Europa del Este. Y no es