EL PRINCIPIO DE LA CAÍDA.
EL PRINCIPIO DE LA CAÍDA.
Cuando Nathaniel llegó a la empresa, encontró a Elara conversando alegremente con Margarita. Su expresión cambió al instante al verla.
―¿Por qué no me llamaste? ―preguntó, inclinándose para darle un beso.
―No quería molestarte, escuché que las cosas no están bien por aquí. ―respondió Elara suavemente.
Él suspiró y le acarició la mejilla con ternura.
―No te preocupes, voy a resolverlo.
Margarita, que los había estado observando con una sonrisa, se apresuró a retirarse con una excusa.
―Yo tengo que buscar unas copias. Elara, me encantó verte. ―dijo antes de salir.
Una vez solos, Nathaniel y Elara entraron a la oficina y, tan pronto como la puerta se cerró, el CEO ya tenía sus manos sobre su esposa. Elara soltó una risita y rodeó su cuello con sus brazos.
―¿Aún estás molesta conmigo? ―preguntó, acariciándole el vientre.
Elara lo miró fijamente a los ojos y le resultó imposible mantenerse enojada.
―No, ya no estoy enojada. Pero sigo pensando que no debi