La mañana se pasó volando entre mimos, besos y caricias. Luego de ese encuentro tan fogoso e íntimo a nivel sentimental, nos bañamos juntos en el jacuzzi, nos consentimos mutuamente y después almorzamos en la terraza como una pareja felizmente casados, donde un matrimonio poco a poco da frutos luego de meses.
Ha sido una luna de miel increíble, en el cual ambos hemos tenido una conexión única e inigualable. Cada noche nos sentamos en el jardín a ver las estrellas acurrucados, me encanta cuando me cuenta mitos y leyendas de ellas y como la asocia en nosotros, tal vez son inventadas pero solo verlo y oírlo expresarse con tanta pasión hace que los latidos de mi corazón se desboque cada vez más.
— Vamos a dar un paseo a caballo, tengo algo que mostrarte.
— ¿Ahorita?
Se levanta y me extiende su mano.
Caminamos con las manos entrelazadas en un silencio cómodo. A pesar de que el frío es protagonista del mes de febrero, los pájaros cantan descansando en las ramas de diversos árboles muy cont