— Eres una bruja ¿o qué?
Se ríe y seguimos caminando hacia la camioneta de la organización.
Jerome conduce, de vez en cuando nuestras miradas coinciden por el retrovisor y nos hacemos mofas. Boris y Akem están atentos a sus móviles, por lo tanto, no ven las monerías que estoy haciendo con el Capo. En algunas me hace reír y otras me las aguanto, siempre que nos vemos es lo mismo, se comporta como si él también fuera un niño.
Minutos más tarde, llegamos a...
¿Puro monte? Eso es lo que veo aquí.
Primero se bajan los adultos y luego nosotros. Saskia y Kaem arrugan al mismo tiempo la nariz contemplando su alrededor. Mikha agarra la mano de su padre despreocupada a donde estamos.
— ¿Qué cosa tan horrenda es esta? — pregunta el Boss.
— Órdenes de la señora Arabella, mi Boss.
Contentas enseguida el Capo.
— ¿Y qué se supone que haremos aquí? — dice tangente Kaem.
— ¡Ay, solo pasemos tiempo juntos y ya! ¡Son tal para cual ustedes dos!
Me adentro al campo molesta de tener que siempre tolerar