Lianys
Estaba tan cansada que al llegar al aeropuerto, me subí al jet privado y me quedé dormida durante todo el viaje. Mis párpados caían agotados, los senos me duelen demasiado, mis caderas se ancharon más. Poco a poco mi cuerpo ha estado presentando breves cambios que Kaem aún no ha notado. Aterrizamos en tierras noruegas, el frío pega en su mayor esplendor, el viento mueve de un lado a otro los árboles provocando que ciertos frutos caigan al suelo.
El Boss me ofrece su mano para ayudarme a bajar por las escaleras. Miro hacia los lados y la soledad nos abarca. La luna es la única que nos acompaña.
Cabe destacar, que me sorprendió que Jacinta y Dani vinieran con nosotros. Luego le preguntaré al ojiazul.
Me abrazo yo misma procurando darme calor pero mi esposo se quita la chaqueta de cuero y la coloca sobre mis hombros. Me asombré que cuando desperté él estaba con nueva ropa concentrado en su Iphone; sin embargo, lo veo a los ojos y le agradezco con la mirada por tan lindo gesto qu