Kaem
A pesar de que mi mujer me dejó muy claro que no quería celebrar su cumpleaños, a mi madre no le importó y a mí menos. Tampoco fue una fiesta, solo una reunión familiar. Mis hermanas, mis padres, suegro y Jerome. La ví sonreír, una sonrisa alejada de la nostalgia y lo que la Reina quería conseguir era que se olvidara aunque sea por un momento que esa fecha, también era la pérdida de su madre.
Veo todo desde la distancia sentado en el jardín de la mansión Ivanov. He querido alejarme un poco de los demás por los síntomas que volvieron aparecer. Estoy tan cabreado por ello, ¿por qué tenía que ser hoy?
No estoy mentalmente preparado para desvelar este secreto que me va consumiendo cada vez más. Desde que cumplí los dieciocho años, comenzaron a ser con mayor frecuencia. Es por ello, que empecé a escapar de mi hogar, semanas en donde mi mamá se volvía loca buscando hasta que al pasar el tiempo se fue acostumbrando a esas salidas inesperadas.
— ¿Por qué no estás compartiendo con tú esp