Inicio / Romance / Isabel, te amé antes y te amo ahora. / 4| Un nuevo inicio, ¡pero necesito un nuevo empleo!
4| Un nuevo inicio, ¡pero necesito un nuevo empleo!

Pov's Isabel

Levanto el pie izquierdo e intento ponerme el zapato, pero no entra con facilidad, pierdo el equilibrio y termino en el sueldo.

¡Se me hará tarde!

Evidentemente la mejor idea no fue haberme mudado de imprevisto a una ciudad que hace años que no visito, teniendo que empezar todo desde cero solo porque mi ex me fue infiel, perdí mi trabajo y tuve un aborto expontaneo. Pero necesitaba estar lo más lejos posible de todo ese caos y de esa ciudad que solo me daría malos recuerdos.

¡Y él idiota además de pegarme los cuernos con una de mis amigas y quitarme el apartamento también se quedó con mi carro! Ahora tengo que tomar el autobús para llegar.

Pero aquí estoy. Tengo una entrevista de trabajo en 30 minutos y al parecer llegaré retrasada.

Si pierdo esta oportunidad no sé que haré. Es una de las empresas más grandes de moda que hay, el salario seguro será buenísimo.

Envié mi currículum a varias empresas y justo de esta me llamaron, por lo menos Flecher aceptó hacerme una carta de recomendación, dijo que apesar de mi error apresia mucho todos los años que trabajamos juntos y las cosas que sí hice bien.

Pero por ahora esta es mi única oportunidad, desde que me mudé y envié currículos esta ha sido la única empresa en llamarme y ya me estoy quedado sin ahorros, los gastos de mudanza son muchos.

Solo tengo un pequeño problema. Con todo lo de la mudanza y las demás cosas pasando en mi vida, no he tenido tiempo de investigar nada de la empresa, me la he pasado llorando más que nada, y sin ánimos de mucho. Pero aquí estoy, alistándome para una entrevista de una empresa que no conozco, porque es mejor hacer algo y distraer mi mente del dolor que quedarme llorando día y noche.

No tienes tiempo para mucho cuando descubres a tu novio de hace 5 años siendote infiel con una de tus amigas justo el día de su aniversario, te quita el carro y el apartamento, te despide tu jefe y para el colmo pierdes al hijo que no sabías que tenías.

Y yo pensando que me propondría matrimonio.

Que idiota soy.

Y yo pensando que sería el mejor día de mi vida.

Que idiota soy.

Quizás si todo hubiera sido al revés. Quizás si el me hubiera preparado una sorpresa, me hubiera propuesto matrimonio, me hubieran dado un aumento de sueldo y me hubiera enterado de que estaba embarazada, quizás ese hubiera sido el día perfecto.

Me pongo el zapato, tomo mi cartera y salgo del departamento en dirección a tomar un autobús, en el camino paso un par de veces mis manos sobre mi pelo para mantenerlo lo más arreglado posible.

Quiero dar una buena impresión.

A pesar de todo lo que pasó no puedo quedarme sentada a llorar, debo salir adelante y sobrevivir.

Lo que sí es que siento una tristeza desgarradora, pero aún así me las arreglo para seguir viviendo.

Es un gran esfuerzo. Con cada respiro, siento que me ahogo, con cada paso que doy siento que mis huesos se van a derrumbar.

Busco en mi bolso mi celular pero se me dificulta encontrarlo así que me detengo para poder buscarlo mejor, saco cada cosa y reviso en cada bolsillo.

Oh no…

¡Olvidé el celular!

¡Mierda!

¿Y ahora qué hago? ¿Debería devolverme a buscarlo?

No me dará tiempo, el autobús llegó y si lo pierdo tendré que esperar 15 minutos por otro, llegaré muy tarde.

Pero el celular lo iba a utilizar para buscar información en la empresa de camino…

Ahg ¡Qué desastre! ¡Mi vida es un desastre!

Estoy tan sensible que las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos.

Necesito tranquilizarme. Doy dos respiraciones profundas llenando mi pecho de aire fresco.

Es más conveniente que llegue temprano, si llego tarde nadie me tomará en serio. ¿Cómo van a pensar que soy una buena relacionista pública si llego tarde a una entrevista? ¡Ni siquiera es mi primer día de trabajo! Pensarán que así actuo siempre.

A todo mi pesar, elijo llegar temprano por sobre traer mi celular conmigo.

Cuando llego a la compañía, es un edificio inmenso, entro a la recepción. Ellos me habían dado un código para acceder, código que guardé en mi celular solamente…

No puede ser que todo lo malo me pase a mí. Necesito respirar, relajarme y pensar.

El código no era tan difícil, seguro que si lo pienso logro dar con él.

Era algo así como BD-5 o AD-5 no sé…. Sé que tenía una D y un 5 también. Y creo que tenía una E, ¿y un 0…? Creo que sí, algo así como E0D-5.

¡Sí, creo que ese es!

O tal vez no…

Ya veremos, lo voy a intentar en todo caso.

Me acerco a la recepcionista.

—Buenos días.

—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?

—Estoy aquí para una entrevista de trabajo.

—¿Área, por favor?

—Relaciones públicas. —la señorita empieza a teclear en su computadora.

—¿Tiene su código?

—Sí, es E0D-5 —digo aunque no estoy totalmente segura, probando la suerte, la poca suerte que me queda porque con todo lo que me ha pasado últimamente puedo asegurar que casi no tengo.

—Isabel Laquez, ¿correcto?

—Sí, esa misma —sonrío de oreja a oreja al ver que funcionó y casi doy un brinco de emoción. La recepcionista me mira extrañada.

No me debería culpar, es lo único bien que me ha salido en estos días.

—Tome el ascensor hasta el piso 5 y de ahí pida indicaciones a las secretarias que trabajan ahí.

El quinto piso…

Este edificio de verdad que es grande.

La espera se siente agonizante mientras el ascensor sube y me deja en mi parada. Al estar ahí hago todas las preguntas de lugar y me indican a dónde debo dirigirme, toco la puerta y espero pacientemente una respuesta, pero al no escuchar nada tras unos segundos vuelvo a tocar de nuevo.

—Pase —una voz femenina pero fuerte se escucha detrás de la puerta.

Al entrar detrás del escritorio una mujer con una blusa blanca, un blazer gris, con falda y tacón y un moño bajo que recoje su pelo castaño, me espera con un semblante poco amigable.

Temo por un momento que sea de esas personas pesadas. Eso me lo haría todo más difícil.

Pero la mujer tras unos segundos se relaja borrando el ceño fruncido.

—Discúlpame que tardé en hacerte pasar, estaba en una llamada un poco estresante. —Respira profundo y luego extiende la mano a la silla que está al frente del escritorio—. Toma asiento.

Asiento con la cabeza y me siento delante de ella con ambas manos juntas sobre mis piernas.

—Bien, te llamé a ti específicamente porque he visto tu currículum y me parece excepcional. Nosotros buscamos a alguien que esté bastante capacitado para manejar la imagen de una empresa tan grande como esta, y por lo que he visto en tu currículum ya has trabajado con una empresa de un calibre parecido a este, por lo que me imagino que sabes cómo desenvolverte en el ambiente.

»Y disculpa si aún no me presento, tengo la cabeza hecha un lío. Mi nombre es Elena Malquivez, soy la encargada de recursos humanos.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP