65 | Mr. Corbin
La noche caía sobre Los Ángeles, pintando el cielo con tonos púrpura y naranja. Robert había elegido un restaurante elegante en el centro de la ciudad, de esos con poca luz, música suave de jazz y un menú que Jade apenas se atrevió a mirar. El ambiente era de lujo discreto, pero para Jade, el aire era espeso, casi asfixiante.
La conversación de la mañana con Robert, aquella tregua forzada donde habían acordado que el incidente del club era un "desliz" que no se repetiría, pesaba sobre ella como una losa.
Robert parecía extrañamente tenso. Su sonrisa no alcanzaba sus ojos, y su mano, que rozó brevemente la espalda de Jade al guiarla a la mesa, se sentía fría. Jade sabía que algo no andaba bien, una premonición escalofriante se aferraba a su piel.
Se sentaron en un reservado discreto.
Poco después, Mr. Corbin llegó, su presencia llenando el espacio con una confianza casi arrogante. Vestía un traje impecable que no disimulaba su figura corpulenta, y sus ojos, de un azul gélido, se posaro