61. Testigo
Alessandro
La pantalla del portátil me mostraba informes de Quantum y de Terra Nova que no lograba procesar, porque estaba más enfocado en la escalera, esperando el sonido de sus pasos o alguna señal de que Roxana hubiese despertado.
Llevaba horas sentado en el salón, fingiendo trabajar desde que me dejó en la entrada y subió furiosa a su habitación, pero aun así no podía olvidar la imagen de ella entre los brazos de Valentino, como si fuera donde pertenecía. Como si yo fuera solo una distracción pasajera en su vida.
Cerré el portátil con más fuerza de la necesaria.
Darle espacio era lo correcto. Después de todo lo que había pasado, ambos necesitábamos espacio, pero cada minuto que pasaba lejos de ella se sentía como una pérdida de territorio y por eso tomé mis medidas y mi grupo de avanzada estaba por llegar.
El timbre resonó por la casa y una mujer mayor recorrió el pasillo para dejar entrar a mis padres y a Bianca. Su conductor le entregó los paquetes a la mujer, y el aroma a comid