Cap.122

Abrí los chats y empecé a deslizar la lista. Fue entonces cuando un nombre me llamó la atención: Samael. Mi corazón se aceleró. Nunca había visto ese nombre antes. Había algo oscuro en él, algo que hacía que mis instintos gritasen. Pulsé en el chat, y ahí estaban todos los mensajes.

Órdenes. Avisos. Respuestas cortas y directas. Leí cada una, sintiendo el estómago revolverse más con cada línea. Entonces lo vi: la dirección. Era un sitio que no conocía, pero estaba claro que era donde tenían a Thomaz. Christian le había enviado la ubicación a Samael y le había dado instrucciones.

Mi cuerpo entero se quedó helado. El peso de aquello era asfixiante. Sabía perfectamente lo que significaba. Thomaz estaba allí… y probablemente Christian ya lo había dejado todo listo para… para acabar con esto.

Pasé la mano por la cara otra vez, notando cómo la respiración se me descontrolaba. No podía permitir que eso pasara. Por muy monstruo que fuera Thomaz, no merecía destruir a Christian de esa forma. N
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