Papá hace un movimiento rápido con su muñeca; el puñal sigue girando entre sus dedos. Esa es su forma de pensar, de ordenar las ideas que suelen atormentarlo.
—Los padres de Rosalía creyeron que la habían abandonado; son buenas personas —asegura enseguida—. Cuando Lena llegó a Italia, su nombre quedó en el olvido. Los padres de Rosalía la criaron como si fuera su hija, pero nunca la adoptaron legalmente. Luego vieron que ella tenía unas prendas muy valiosas y las vendieron. Cuando salió el anuncio de que la estaban buscando, tuvieron miedo de que los acusaran de secuestro y no la llevaron a la policía. También porque querían recuperar las joyas y llevarla ellos personalmente. Pero nunca lo lograron; la criaron junto a Rosalía.Cada palabra de mi padre se convierte en un golpe directo que va golpeando mis certezas. La historia de Lena y Rosal&iacu