Maximiliano suspiró y lanzó una mirada a sus primas, que esperaban ansiosas su respuesta. Con una sonrisa, se dispuso a explicarles.
—No se ha casado todavía por la iglesia, solo fue políticamente —contestó él de inmediato—. Estoy seguro de que las invitarán cuando haga la ceremonia religiosa; son nuestras únicas primas. Ahora, chicas, tengo que ir a ver algo urgente. Me alegra mucho haberlas visto. Saludos a la tía.—Hasta luego, Maxi. Mucho gusto, Coral. No se vayan sin pasar por la casa, mamá se pondrá feliz —dicen ambas y se marchan.Coral intenta soltar el agarre de Maximiliano, pero él la abraza con fuerza. Se separa para observarla y acaricia suavemente sus labios con los suyos. Ella rehúye el beso girando la cabeza, y él le dice al oído en un susurro, sin dejar de abrazarla:—No te resistas más, Thea mou. Eres