Jarret sale a escondidas de su apartamento después de hacer el amor con Helen, creyendo que ella se encuentra profundamente dormida tras haberle echado un somnífero en su bebida. Pero, sospechando de ello, Helen lo había tirado sin que él se diera cuenta. Fingiéndose dormida, al sentir que Jarret sale, se levanta ágilmente y lo sigue hasta un apartamento no muy lejos. Desde su escondite, ve cómo Ellie le abre la puerta y se le lanza al cuello, besándolo.
—¡Malditos, me la pagarán los dos! ¡Te haré rogar, Jarret, y la perra esa también! —dice para sí misma, furiosa, mientras vuelve a meterse en el auto y regresa rápidamente a su apartamento. Al llegar, llama a su espía, que la espera frente a su edificio.—¿Por qué no me dijiste que Jarret seguía viéndose con Ellie? —pregunta Helen, sin disimular su enojo.&md