La sala queda en absoluto silencio. Giovanni no se mueve de su lugar. Su mirada se endurece aún más, como si estuviera preparándose para la guerra que se avecina.
—¿Qué hacen todos ustedes levantados a estas horas? —los interroga Giovanni, mirando fijamente a su hijo mayor.—Es una historia larga, papá —contesta Gerónimo y se adelanta, lo abraza y besa en ambas mejillas—. ¿Qué te parece tu primer nieto? Se llama Gianni, lo sacamos de tu nombre. Disculpa que no te lo trajera antes, el bisabuelo nos tenía retenidos en la granja. Rosa, aún con las piernas temblorosas, observa en silencio a todos mientras Giovanni sostiene al bebé. Por un instante, algo en sus ojos vuelve a mostrar al hombre que creía conocer.—Eso lo hablaremos después, Gerónimo —responde Giovanni, serio—. Se está dur