Coral y Vicencio llegan al refugio, donde los demás integrantes de su organización los esperan. No se han ido de la ciudad y han estado investigando en las sombras a todos los enemigos de la familia Garibaldi.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Coral en cuanto entró en la habitación llena de pantallas de computadoras.

—Nuestro espía nos acaba de informar que quieren raptar a su prima Fiorella —le informó un joven de grandes espejuelos.

El rostro de Coral se congeló mirando la pantalla. Leyó por un momento toda la información que allí estaba.

—¿A Fiore? ¿Estás seguro? —preguntó por fin, mirando al joven y a Vicencio, que se acercó al escuchar la noticia.

Vicencio, con su habitual seriedad, frunció el ceño. Caminó hasta quedar junto a Coral, dejando que la tensión del momento