Maximiliano interrumpe a su padre, asegurando que está bien, pero que lo importante era que creían que se trataba de una trampa para apoderarse de su hermana Agapy. Respira aliviado al escuchar a su padre decirle que ella los había llamado, que ya la habían recogido y se dirigían a la casa.
—¿A la casa? No, papá, no lo hagas —le pide enseguida—. No vayas a nuestra casa. Mejor dirígete a nuestro refugio.—¿Qué está pasando, hijo? —pregunta el Greco enseguida.—No lo sé, papá, pero escuché a los hombres que capturaron a Agapy conversando. Dijeron que su jefe está detrás de ella por la “vendetta” de su familia —le cuenta mientras salen del lugar en que estaban—. También quieren a mi novia Coral. Pero creo que todo esto es una trama para atrapar a mi hermana o a alguien más.—Ma