La preocupación invadió a Darío y Asiri. Sabían que el pasado tenía una forma de resurgir cuando menos se lo esperaban y que las heridas antiguas, aunque invisibles, podían causar estragos en el presente. La mención de Domenico Vitale despertaba incertidumbres latentes, ecos de una época que ellos preferían olvidar pero que, como un espectro, regresaba para traer caos.
Asiri, con su mirada fija en las cámaras, pensaba en la red de conexiones que tejía alrededor suyo, consciente de que la vida de una persona que amaban estaba en peligro. Jarret, quien parecía tan insignificante en el plano general de las cosas, podría ser la clave para desenredar el complicado entramado de resentimientos y venganzas que amenazaba con arrasar sus vidas.—Está bien, Gerónimo —le dijo Darío mientras sus dedos volaban por el teclado, buscando todo tipo de infor