177. EX PELIGROSOS
El doctor Luigi, con ayuda de Enzo, rápidamente comenzó a examinar a Cristal, con el rostro lleno de concentración y preocupación.
—No, tío, revísala aquí mismo. Cielo, amor, Cielo, despierta —la llamó aterrorizado por primera vez en su vida Gerónimo, haciendo que todos lo miren.
Luigi guardó silencio ante la mirada de terror de Gerónimo y, ayudado por Enzo, buscaron entre la espesa cabellera de Cristal hasta encontrar una leve herida. El tiempo parecía haberse detenido. La familia permanecía inmóvil, esperando, temiendo.
El profundo amor que unía a Gerónimo y Cristal subrayaba la urgencia de cada segundo que pasaba, mientras Luigi atendía a Cristal con la dedicación propia de alguien que sabía que cada vida era preciosa y única.
—No es nada, la bala solo le rozó —dijo al fin—.