136. VERDADERO AMOR
Mientras Maximiliano llegaba a su casa con Cristal, su madre salió corriendo a recibirlos y la abrazó asustada. Estaba muy preocupada por el temor de que Luciano la raptara. Se alegra de verla bien, aunque la revisa para cerciorarse de que no le pasó nada, mientras dice una y otra vez:
—¡Gracias al cielo que estás bien, querida, gracias al cielo!
—Gracias a Gerónimo, mamá, él me salvó de Jarret y de Luciano —le dice Cristal, todavía temblando del susto que pasó.
—¿Tú lo sabías, mamá? —pregunta Maximiliano al escuchar a Cristal contar con naturalidad sobre Gerónimo.
Mira a su madre con incredulidad. No puede creer que sea verdad. ¡Ella sabe que son enemigos y que ese es el peor de los Garibaldi! ¿Cómo puede estar de acuerdo? Y ahora empieza a entender por qué dijo q