Espera En Vano
Aurora miró la pantalla de su celular con el pulso aún acelerado. Tras unos segundos de duda, sus dedos temblorosos deslizaron el teclado y escribieron:
Gracias por tu mensaje. Nos vemos mañana. En el café cerca de mi apartamento. 15 horas.
El envío fue inmediato, pero con él se fue también una parte de su seguridad ¿Y si se arrepentía? ¿Si se retractaba? No podía permitirse pensar en eso.
Cafetería – Tarde siguiente
Callum llegó puntual al café discreto, con la corbata un poco floja y la expresión tensa. Había llegado de San Francisco y se bajó del avión directo a la cafetería. Estaba ansioso y expectante. Quería verla. Mir&oac