Isabella
El amanecer se filtraba por las cortinas de mi habitación cuando abrí los ojos. Un día más en el imperio que había heredado, un día más cargando el peso de un apellido que significaba tanto poder como peligro. Me incorporé lentamente, observando el espacio vacío junto a mí. Luca había salido temprano, como siempre que teníamos una reunión importante. Su disciplina era inquebrantable, algo que admiraba profundamente de él.
Me vestí con un traje negro ajustado, mi armadura para enfrentar el mundo. Mientras me aplicaba el labial rojo —mi marca personal—, observé mi reflejo en el espejo. Ya no quedaba nada de aquella joven ingenua que alguna vez fui. Mis ojos habían endurecido, mi postura exudaba autoridad. Me había convertido en lo que mi padre siempre quiso: una Moretti de pies a cabeza.
El teléfono vibró sobre la cómoda. Era un mensaje de Marco, mi consejero más cercano después de Luca. "Todo listo para la reunión. Te esperamos en la sala de conferencias."
Bajé las escaleras d