Giorgia se siente totalmente agitada cuando el avión de Hill Group aterriza en Nueva York por la madrugada, pero, aún así, no pierde el tiempo al salir del aeropuerto y se dirige directamente al edificio en el que Julian vive para volver a buscarlo allí y aclarar todo.

En Nueva York está lloviendo copiosamente, así que cuando el coche se estaciona frente al edificio, Giorgia tiene que salir corriendo hacia la entrada para no mojarse tanto.

Sube en el ascensor hasta el piso de Julian y al salir de él golpea la puerta en repetidas ocasiones obteniendo el mismo resultado: nada.

Intenta abrir la cerradura pero está cerrado, y en un momento de desesperación hasta grita el nombre de Julian, pero sigue sin haber respuesta.

—¡Carajo! —exclama por lo bajo, mientras se pregunta dónde podrá estar.

Sintiéndose derrotada, vuelve al ascensor y baja hasta el vestíbulo, dispuesta a marcharse. Al salir del ascensor y atravesar la distancia hacia las puertas, camina con la cabeza agachada, si