—Te lo dije, no voy a bailar contigo.
—Solo un baile —insiste él.
—No.
—Dame una buena razón por la que no, y me sentaré de nuevo.
—Porque es poco profesional. Esta es una cena de negocios, no una cita.
Julian se ríe, sarcásticamente.
—También lo es follarte contra una pared en un club de sexo y no pareciste objetar a eso como algo poco profesional. Aunque, si me preguntas, dejarme en el estado en que lo hiciste la otra noche no fue tu momento más profesional.
El camarero llega para entregar las bebidas. Julian sigue de pie, esperando a que Giorgia acepte. Cuando están solos otra vez, ella dice:
—Claramente he tenido unos momentos de locura. Pero eso es el pasado, y tengo la intención de mantener las cosas entre nosotros de forma estrictamente profesional después de hoy en adelante.
Julian la estudia un momento. Ella se sorprende cuando él vuelve a tomar asiento sin más discusión. Su pulgar frota su labio inferior mientras continúa considerándola desde el otro l