—Nos vemos pronto. —Giorgia y Emily se dan un abrazo afectuoso y besos en las mejillas mientras se despiden frente a las puertas del aeropuerto.
—Cuídate mucho y pásala bien, no solamente te dediques a trabajar como una obsesa —le sugiere Emily y mira fugazmente a Julian. Cuando le vuelve la mirada a Giorgia, sonríe con picardía—. Y recuerda que se vale darse un gustito de vez en cuando. No importa si el gustito es malo para la salud.
Giorgia le pone los ojos y sacude la cabeza. La noche anterior han tenido un poco de tiempo para hablar en privado y ella le ha confesado lo que ha pasado con Julian. Ahora quizá se arrepiente un poco de haberlo hecho, porque Emily le ha estado dando muy malos consejos: que tenga mucho sexo con Julian después de esa cena, es uno de esos consejos.
Obviamente, le ha jurado y perjurado que Julian no le interesa de esa manera, y ella misma quiere creer esas palabras, pero la verdad es tan distinta a pesar de que ha querido convencerse a sí misma de ver