Peter dejó que el murmullo del bar se difuminara en su mente y, con una voz más baja, preguntó:
—¿Dónde está Tory?
Vicky parpadeó, sorprendida por la pregunta.
—En la habitación. —Se acomodó un mechón de cabello tras la oreja—. El club de niños tiene un servicio de niñeras. Al principio tenía dudas, pero Michael, mi tío, me aseguró que era seguro. Así que… está con la niñera.
Peter asintió, no sabía si sentir alivio por saber que la niña estaba bien o una punzada de celos porque no estuviera con ella.
—Entonces… —dio un paso más cerca—, tenemos algo de tiempo.
Ella lo miró de reojo, intentando ocultar que el corazón se le aceleraba con solo tenerlo cerca..
—¿Tiempo para qué?
—Para bailar. —Y sin esperar su permiso, la tomó suavemente de la mano y la guió hacia el centro de la pista.
La música era lenta, perfecta para acortar distancias. Sus cuerpos encajaron con una naturalidad que asustaba. Él apoyó una mano firme en la curva de su cintura, ella colocó la suya sobre su hombro. No