CAPÍTULO DIECIOCHO – DEPRESIÓN

— ¿Cuántos días han pasado, mamá? —Pregunté tapándome los ojos, me fastidiaba la luz y sentía que me pegaban con un martillo mi cabeza; el dolor era insoportable.

—Han pasado trece horas, cielo. —Era poco tiempo, así que no podía preocuparme, aún tenía tiempo para mejorarme un poco y visitar a Deb.

— ¿Cuándo saldré de aquí? —Pregunté desesperado.

—Hoy, por la noche.

—Perfecto. —Sentí que las horas pasaban muy lentamente, cada media hora le preguntaba si ya me darían de alta; me estaba ganando la desesperación. Por la noche no concilie el sueño, así que, a escondidas de los doctores, salí de mi habitación en busca de Deb. No soportaba el no saber absolutamente nada de ella, y solo saber que estaba en terapia intensiva, me provocaba más desespero por verla y estar a su lado.

Habitación 16, habitación 17, y en la descripción que se encontraba al lado de la puerta ninguna tenía la información de mi chica. Subí las escaleras hasta toparme con un amplio pasillo y a mitad de éste se encontra
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo