—¿Cómo se llamará?
Hice un gesto desde la cama, aun pensando en un nombre adecuado para mi hija. Llevaba pocos días de nacida, pero Miranda ya estaba allí desde que supo la noticia e incluso había venido con Nathan. Él, a pesar de que la bebé no era suya, se puso feliz al conocerla.
—Aún no lo hemos decidido —le respondió Adam a su mamá, entrando a la habitación con Ethan en brazos y torciendo el gesto al ver que Nathan seguía allí—. ¿Tienes alguna sugerencia?
Mantuve mi mirada en mi bebé, que Miranda cargaba. Ella dormía profundamente, como cualquier recién nacido.
—Cualquier nombre le vendría bien a esta pequeña. Es encantadora —dijo ella, sonriéndole a mi bebé.
Estuve de acuerdo con ella; mi hija era bonita, no me cansaba de admirarla. Deseé que mi mamá pudiese conocerla, ver lo hermosa que era. Seguro se pondría feliz. Sin embargo, por el momento no estaba en condiciones de ir a visitarla, y Adam tampoco me lo permitiría ahora que había vuelto a vivir en la mansión. Aún no había