—¡¿Qué crees que haces?! —Adam miró a su padre con ojos enfebrecidos.
Apretó mi mano con la suya con exceso de fuerza, claramente disgustado con la sorpresa que teníamos enfrente. Delante de nosotros, al lado de Dominic Baker, su guapa exmujer nos miraba con ojos chispeantes, sosteniendo una copa con la mano izquierda y apoyando el brazo derecho en el brazo de su exsuegro.
—¿Me dirás a quién debo abrirle las puertas de mi casa? —inquirió su padre con disgusto y severidad.
Miró a Sabine y le palmeó con cariño la mano, que se sujetaba a su brazo.
—Fue mi hija por 7 años. Además, ella fue quién vino y me recordó esa fecha. Incluso organizó esta cena para todos.
¿Fecha? Confundida, alcé los ojos, justo a tiempo para ver la mandíbula de Adam cerrarse fuertemente y desplazar una mirada iracunda hacía su ex.
—¿Tú armaste este teatro? —le preguntó frunciendo los labios.
Sabine se encogió de hombros y ablandó su mirada.
—He celebrado contigo este día cada año, desde que nos conocimos. Y solías