Sabía que no debía entrometerme, que debía dejar que Adam lo solucionara... Pero el ultimátum de Sean era una amenaza que no podía simplemente ignorar.
"Mañana me reuniré con gente importante, Hanny. Están muy interesados en el contrato de Baker; dicen que será su final. ¿Qué tal si dejas de ser infantil y negociamos de una vez?"
Dudando, me mordí el labio y respingué en la cama cuando otro mensaje suyo llegó.
"Hanny, apúrate ¿O acaso quieres que tu matrimonio se vaya al demonio?"
Volteé a ver a Adam, desnudo y acostado boca abajo junto a mí, con sus dedos entrelazados con los míos con una firmeza increíble, incluso estando dormido. Observé su anillo y el mío, fabricados similares y grabados con nuestras iniciales, una dupla perfecta de casados. Mis ojos se desplazaron por ese apuesto rostro varonil, de piel olivácea, pestañas largas y pómulos definidos, bajo un espeso cabello castaño y suave, sumido en un sueño tranquilo.
En el mayor sigilo posible, me puse ropa y salí de la casa, ap