Todo mundo tiene algo que prefiere ocultar, a veces un pasado que prefiere enterrar muy lejos. En el caso de mi esposo, era el carácter complicado lo que mantenía oculto: su obsesión casi enfermiza por mí, ese amor tan inmenso e intenso que sentía por mí, que a veces era demasiado hasta para mí. La manera casi insensible en que me había mantenido en la mira por 3 años luego de conocerme, la forma en que ideó un plan para proponerme una noche y embarazarme, la frialdad que tuvo para destruir mi anterior relación y finalmente casarse conmigo. Y también estaba ese matrimonio suyo antes de mí, la relación complicada que tuvo con su exmujer, Sabine, quien volvió a su vida para hacer aún más difícil nuestra relación y exigirle una pensión para su supuesta hija.
Todo eso era lo que Adam me había ocultado; era su vida y sus problemas, que terminaron mezclándose conmigo también. Aunque ahora yo amaba a mi esposo, era feliz con él y con nuestro bebé. ¿Por qué las cosas no podían simplemente con