La cantidad de lamentos que llegaban a cada torre seguía aumentando, y las tropas comenzaban a agotarse. La batalla se prolongaba, y empezábamos a perder terreno ante las bestias.
—Lucas, ¿cuál es la situación en las torres? —pregunté.
—Mala. Cada vez perdemos más soldados, y los lamentos siguen llegando —respondió con preocupación.
—No podemos permitir que esto continúe. Activa la marca ahora.
—Aún es muy pronto. Debemos esperar a que aparezca la mayor parte del ejército oscuro —me advirtió.
—¡No podemos quedarnos de brazos cruzados viendo cómo matan a todos!
—Debemos esperar un poco más o la trampa no funcionará. Por lo menos, hasta que aparezca el mago oscuro.
—Entonces redirige la energía a las torres. Usaremos escudos remotos para ayudarlos.
—Si hacemos eso, el equilibrio de las barreras se verá seriamente comprometido. Lo siento, Andy, pero ahora mismo no podemos hacer más.
Las palabras de Lucas solo incrementaban mi impotencia. Sabía que mis soldados estaban en riesgo, y que muc