10

Finalmente, Amelia pudo regresar a casa. La sensación de alivio que invadió a Laura al ver a la mujer de nuevo en su hogar fue intensa, pero la realidad era que el silencio de Amelia, su mirada vacía y taciturna, dejaban claro que, aunque aparentaba estar bien, no era así. La atmósfera en la casa era tensa y cargada de emociones no expresadas.

—Laura, tengo que ir a la compañía; el trabajo me llama. Te encargaré que vigiles a Amelia, es una tarea que te encomiendo —dijo su jefe con un tono que no admitía discusión.

—Señor, esta vez haré bien mi trabajo. Lamento lo sucedido —respondió Laura, sintiéndose un poco aliviada por poder ayudar.

—No ha sido tu culpa —pronunció él con ligereza, como si quisiera quitarle peso a la situación. Sin embargo, Laura no podía sacudirse la sensación de que había más en juego.

Con preocupación, se atrevió a preguntar:

—Señor, ¿podría evitar encerrarla en la habitación? Me preocupa que de pronto ella intente...

—Por eso te pido que la vigiles. Además, ya
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP