07

Amelia no tuvo más opción que dejarse guiar por Laura, pero no sin antes lanzar una última mirada de desprecio hacia Maximilian. Un desprecio que él ignoró, como si fuera algo insignificante.

Una vez en la habitación, Laura cerró la puerta. Amelia escuchó el giro de la llave y la voz de Maximilian del otro lado.

—No quiero que salga de la habitación —ordenó con su tono autoritario—. Asegúrate de que coma, Laura. No quiero inconvenientes.

—Sí, señor, como usted ordene —aseguró Laura, y el sonido del cerrojo confirmó lo que ya sabía.

Amelia se dejó caer al suelo, apoyando la espalda contra la puerta. Las lágrimas brotaron con fuerza y dolor. Su pecho se alzaba con una sensación dolorosa y su mente repetía una y otra vez la misma pregunta: ¿Cómo podía un hombre ser tan cruel, tan egoísta, tan despiadado?

Tenía un nombre: Maximilian Schneider.

—Te odio Maximilian, vas a pagar por lo que me has hecho —declaró tapando su rostro entre sus manos.

***

La determinación de Amelia de no quedar
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App